domingo, 8 de outubro de 2017

Miami, el 4 de junio de 2017 – Una noche memorable

(Ainda una Nota publicada no Facebook; outro momento crucial neste meu percurso que se chama "vida")




Asistimos a un espectáculo no de superior sino de excelente calidad. De un artista más que consagrado; un genio de la música mundial que allí estuvo para ofrecer su obra magnífica en una noche de magia, entrega, emoción e intimidad. ¡Sí, intimidad para la multitud presente! Lo que sólo puede ser logrado por alguien con una fibra artística y humana que se llame Camilo Blanes Cortés.
Obrigada por "quererme" e honrar como muito pouca gente o fez na minha vida
En la cuenta atrás sube la emoción y la anticipación de lo que sucederá desde el primer segundo en que su presencia, imponente, se hace sentir. Camilo sigue llenando el escenario y la vida de sus fans, en general, y de quien lo ama, en particular, de un modo impar. No creo que otro artista tenga este efecto, este carisma, este "ángel".
Comenzó "Con el viento a tu favor". Y, de hecho, el viento, el aire, el clima, todo estaba a favor de quien asistía a un momento que lleva a sentir "esto hoy aún va a ser más serio". Es decir, mejor, en una gira que está siendo excelente.
"Yo soy asi" y tenemos una interpretación intimista que nos dice "este soy yo", "lo que aquí se va a pasar es como yo soy", de quien está allí para su público, que lo ama y es amado por él Que le quiere, a él, Camilo, precisamente porque es así. En la letra de la canción y en la alegría con que la interpreta, apreciamos la sensibilidad del ser humano que es su autor. Y de los sentimientos que vive allí en ese momento y nos hace vivir también: "Qué pasará si nuestra vida no cambia todo será igual que una estrella sin luz. Por eso canto a la lluvia al mar y al sol sigo esperándote mi amor." Camilo profesa estas palabras con un brillo interior de una estrella súper luminosa. ¡Nuestra estrella!

En una comunicación abierta y calurosa que es muy suya, y en un proceso interactivo de dialéctica entre cantante / intérprete / autor, músicos y asistencia, que serán constantes en la noche, se propone cantar lo que le pidan. Aquí un paréntesis de una palabra muy especial para los magníficos profesionales que lo acompañan; Tan sólo con un gesto de mano o dedo de Camilo, saben qué hacer. La sintonía es total. Al final se verá que todos están felices por lo ocurrido, verbalizan que fue magnífico, lo mejor de todos los conciertos. Brillan ojos de satisfacción por trabajar con Camilo, manifestación de otra faceta de las múltiples que posee y que dice mucho del carácter y de la personalidad de una persona, la forma en que maneja a sus colaboradores. También, la del gran Maestro que es.
Uma rosa com MUITO significado!
En "Llueve sobre mojado" está a un ritmo propio de la canción pero más alegre de lo habitual en los últimos años, con vocalizaciones que marcan su sensualidad y hacen que todos los miles en las sillas sepan que están "más enamorados".
"Mientras tú me sigas necesitando" lleva al sentimiento profundo de que nuestros oídos no escucharán más que su voz porque lo adoramos. Nos llena tanto que no es necesario nadie más. Y para nosotros, nadie se lo compara. Contra ventos, mareas, con todo lo que podemos, es a él que amamos. En pensamiento somos inequívocos: y ojalá nos necesite tanto como nosotros, porque tememos no volver a tenerlo. Aunque entendemos que no es un jovencito y tiene el derecho del descanso más que merecido (después de todo la gente lucha y se deslumbra para llegar a los 66 años y jubilarse, pero eso es otro asunto que no de esta nota ... cuando se retira un artista?), Queremos que, al menos de vez en cuando (eventualmente no en giras tan desgastantes - aunque esta nos lleve a constatar que Camilo está más fresco que en muchos años), vuelva a sus fans para este intercambio de afecto.
Comienza "Mi mundo tú", en una interpretación intimista y sensual. Rápidamente la asistencia le dice que nuestras vidas y nuestros mundos se encuentran interconectados. Mientras apunta a quien le adora cantando "Mi mundo tú", los brazos y dedos de este lado van en su dirección declarándole lo mismo. Porque por muchas razones, por diferentes sentimientos, es nuestro mundo, es nuestro ídolo que está allí.
"Dónde estés, con quien estés" trae Camilo en vocalizaciones que hacen estremecerse y producen escalofríos. De forma más o menos evidente, el triángulo de amor que vive en cada uno de nosotros se manifiesta. Y buscamos su mirada, la mirada que amamos con profunda intensidad.
"Mienteme" se deriva en su ritmo de tonalidades arábicas, con alegría y picardía por su parte. Sólo Camilo para decirnos las siguientes palabras (sabias) y adoramos: “Es mejor no decir nada si no hay nada que decir la verdad no es necesaria si se trata de vivir/(…) Hace tiempo que ocultamos cada uno su otro yo hace tiempo que fingimos por no hablar cuando hacemos el amor La mentira nos ha unido y la aceptamos los dos cualquier cosa es importante antes que decirse adiós.” La voluntad de bailar y de expresar corporalmente es intensa. Camilo también lo hace. Su hermoso rostro está expresamente aún más bello en todo el concierto. Se encuentra radiante y eso transmite transversalmente en los muchos y simultáneamente pocos minutos que duró el concierto. Sus manos, muy expresivas, hablan y acompañan sus palabras. De ponernos piel de gallina. Pero a lo largo de la noche Camilo va a llegar y introducirnos escalofríos en el alma.
"Si tú te vas", llena de sentimiento y emoción, lleva a las lágrimas a quién sabe (y quién no sabe?) lo que es una pérdida y que aún no ha aprendido a vivir sin ti, o que ya has aprendido pero sabe que hay un dolor que nunca desaparecerá. Y para algunos, envasados en la intimidad y en el momento mágico de un concierto que fue hecho para todos y, al mismo tiempo, para cada uno de los presentes, está el deseo: Camilo no te vayas, porque por más que ya nos hayas dicho, no sabemos vivir sin ti.
Nuevamente es la alegría que marca, esta vez al ritmo de "Has nacido libre". La alegría, la luminosidad y el diálogo con la asistencia, todos cantando a plenos pulmones "Tú tienes mi amor, si amarte es pecado quiero ser pecador." Desde un punto de vista puramente personal me viene el sentimiento y la exultación de que no sólo estoy escuchando un DVD o ver un vídeo. Tan poco a hacer un montaje. Estoy viviendo un momento histórico, un concierto memorable de la única persona a la que seré capaz de entregar mi amor. Sin pecado o cualquier tipo de culpa.
Se sigue uno de sus grandes clásicos, con letra y música tan sofisticada y simultáneamente tan simple que retrata los sueños y las vivencias universales de todos nosotros: "Tarde o temprano". De ella he sacado uno de los pensamientos de entrada de mi tesis de doctorado y de mi último libro. Yo, que en toda mi vida profesional busco y exijo excelencia quise que Camilo Blanes Cortés estuviera presente con lo que es también para mí: inspiración y aliento. Por eso cambié de editor para la publicación del libro - quería que quedara sólo un pensamiento de entrada (tengo dos, un profesional y otro más personal). Volviendo a la canción y al concierto, éste es uno de los momentos de mayor participación del público. Es que tenemos ante nosotros un artista impactante. De la primera a la última palabra; de la primera a la última nota musical. Que Camilo acaba con la maestría y la sabiduría de adaptar al tiempo y al contexto.
"Mi bueno amor" trae otro momento de ligereza e interacción. Todos sabemos que "por alguien como tú vale la pena vivir". Para muchos, vale la pena ir tan lejos, arriesgarse lo que sea, cometer una locura. Esperamos meses, años, algunos, una vida, por eso. Detrás, dos jóvenes con poco más de 20 años gritan casi enloquecidas cuando el Genio comienza una canción y cantan en su totalidad todo el repertorio. Hay personas aún más jóvenes; La más vieja no sé qué edad tendrá pero con más de 80 años, muchas. Y este es otro fenómeno: Camilo atraviesa todas las generaciones. También hay pequeños como puede ser testigo por quien ha asistido a sus manifestaciones.
"Enamorate de mí" hace regresar el Camilo pícaro y provocador. Desafiador. ¡Como si tuviera que pedir para enamorarnos de él! Allí todos lo estamos!!! Su inteligencia lo llevó también a saber esto: que enloquecía a mujeres (y, por qué no, a hombres?), que por él se enamoraron. Y, esencialmente, tuvo la inteligencia y el buen sentido de no arrastrar a una persona que tuviera que compartir emocional y físicamente con millones (es muy fuerte!).
En "Terciopelo y piedra" sus manos hablan inmenso. En las otras canciones también, pero en esta me llaman más la atención. Después de todo, esto es "mi" análisis vivencial. Tal vez porque para mí es una canción emblemática de mi personalidad. Creo que de la de Camilo también pero él es emocionalmente más inteligente que yo ... Y la termina con un juego de palabras "terciopelo" y "piedra" que lamentablemente no he registrado porque él es genial como comunicador, con una gran rapidez de raciocinio, generando juegos de palabras deliciosos con uno de los cuales entra en "Amor Amar" que canta a capella. Siendo de las pocas canciones de que no es autor integral de la música y de la letra, se le asienta completamente. Y su interpretación, solo, sin instrumentos, sin red, es simplemente magistral.
Se sigue un momento muy emocionante con una introducción hermosa de quién fue (y es!) el hijo que toda la madre quisiera tener y una de sus facetas que más admiro. "Madre". No hay palabras para describir. Sólo la intimidad de su entrega y que toca en todos y cada uno de nosotros. En la reverencia ante las fotos de su amantísima madre que pasan en la pantalla gigante, sólo escuchamos. Y agradecemos de todo corazón que haya dado a la luz a este ser humano. Sólo muchas lágrimas acompañan la interpretación sentida, emocionada, donde aún así la voz mantuvo toda la dignidad. ¡Gran Camilo!
Termina y pasa rápidamente al ritmo que nos lanza hacia otro extremo: el del vértigo tropical de "Samba". El deseo de bailar es inmenso pero el público es impedido de levantarse para no tapar quien prefiere estar sentado (está bien). Es la única mancha negra de esta noche principalmente porque es rudamente ordenado por un elemento de seguridad (está malo). Un toque amargo en medio de tanta dulzura que desgraciadamente retrata la hermosa ciudad de Miami. Camilo alienta al público a bailar y sale al intervalo. Viene el director musical, con su violín, interpretar angelicalmente "Te Amo". Un escalofrío nos atraviesa la columna vertebral envasados en un ensueño de una noche maravillosa. El sentimiento mixto de anhelo "va a volver", "todavía falta otro tanto”, y de pena, porque ya pasó la mitad y nadie quiere que termine.
Y Camilo regresa. Como siempre, cambió de ropa. Elegante, hermoso, maravilloso, oloroso (yo garantizo que el olor de su perfume llega a la platea). Como siempre, al moverse, al desnudar la chaqueta, hace que las y los presentes suspiren.
"Melina" introduce la segunda parte con todos a cantar una de sus canciones más populares, incluyendo en Portugal.
Enseguida "Fresa Salvaje", donde Camilo hace, sin alardes que no serían adecuados a su edad (ya he señalado que la clase y la dignidad son sus marcas constantes?), un retorno a vocalizaciones sensuales (otrora exuberantes, hoy discretas y con un cierto humor) que comprueban que la sensualidad no tiene edad. Hace mucho que no las escuchaba de este modo; hace algún tiempo dejé de preguntar si en la intimidad también sería así (que dispare la primera piedra quien nunca pensó lo mismo).
Regresan las canciones intensas desde el punto de vista emocional. Con el vértigo de "Amor mío, ¿qué me has hecho?" La entrega de Camilo, total, lleva al delirio. Todos en unísono sabemos que algo sucedió, cada uno sabe precisamente lo que sucedió y que nunca volveremos a ser los mismos.
"Jamás" es, al mismo tiempo, emocionalmente intensa y alegre. Camilo nos hace creer firmemente que "yo digo con orgullo tuyo nada mal". Es el Maestro no sólo de los músicos, del coro, del escenario. Es el Maestro de toda la asistencia, 6000 o 30000, presentes (¡lo que es impar, sólo viviendo porque imaginarse es imposible!) o en casa siguiendo en directo, lo que sucedió en su página oficial. Sólo alguien muy, muy grande lo logra. Aquí ese alguien se llama Camilo Blanes Cortés. Felices los que lo conocen como artista; Bendecidos los que lo conocen como persona.
Finalmente, todos se levantan. Nadie puede quedarse sentado. ¿Qué canción es? ¿Qué canción es? Esa misma, "¿Quieres ser mi amante?"
Y también aquí, discretamente, sin la exuberancia de otrora que debe haber llevado a la locura (¿habrá historia de ataques cardíacos? Desmayos, sin duda) pregunta "¿Quieres?" Juro que no escuché la respuesta. En mi adolescencia no sabía lo que significaba la palabra. Hoy sé firmemente que no quiero ser tu amante. Ni de nadie. Me encanta la canción. Como todos allí. Con ella te conocí. En ella siento cada vibración del inicio de mi juventud. Entonces, 40 años después, tenerte delante al oírla es estar cumpliendo uno de los mayores anhelos de una vida. Pero pienso con firmeza "no, yo quiero ser tu amiga."
En una hermosa introducción a la canción siguiente (que yo tampoco he registrado adecuadamente, fui a sacar sólo algunas notas), se manifiesta aquella que para mí es el más hermoso himno de amor: "El amor de mi vida". El público acompaña cantando la interpretación impar. Una pareja apasionada se olvidó un poco de donde está. Son bendecidos. Por mí, pongo los ojos en el suelo; Es demasiado - esta que fue la canción de lo que yo pensaba que era el amor de mi vida. Y lloro para lavar el alma.
Como si Camilo me leyera por dentro (como tantas veces lo ha hecho), trae entonces la alegría desafiante y expresiva en su voz, cuerpo y manos - "Qué más te da". Me invade de placer la alegría que transmite (más que ésta, para mí, sólo Mola Mazo ") y rápidamente me pasa la tristeza. Mirando hacia las más bellas manos que conozco, ahí está: "Qué más te da? ¿Qué más te da? ¿Qué más te da? "
El final está llegando. Una vez más el tiempo no se congeló. Voló. Es implacable. Y llega "Algo de mí". Camilo nos ha dicho que todo (y todo aquí es su carrera apoteótica) comenzó con ella. Hoy sabemos que ha dado todo de sí y que cuando la canta el fin está cerca. Y en una ola gigantesca de querer agarrar el momento, el espacio y la persona, todos la cantan. No puedo dejar de llorar de nuevo. De gratitud por una vez más tener tanto. De alegría por eso mismo. De nostalgia anticipada. Y por no querer que se vaya, que se retire. Inmensas veces esta canción me hizo llorar con intensidad al ver el video "Todo de Mí". Mi parte de fan pide que se quede; mi parte de persona y de amiga respeta y dice: "Haz lo que sea mejor para ti, mi querido. Yo estaré aquí, no importa la decisión que tomes.”
"Vivir asi es morir de amor", uno de sus himnos para jóvenes de todas las edades, retoma la alegría que sentimos. El entusiasmo con que dice cosas dolorosas de una manera alegre es otro don del Genio. Todos cantan, todos bailan. Camilo está tan alto, tan alto, que todo es invisible a su alrededor.
Otro momento fortísimo despunta con una de sus creaciones más paradigmáticas: "Perdoname". Es como una pina, esta canción; la letra y la música encajan de forma tan perfecta que no sería posible que una existiera sin la otra. Es, pues, una obra maestra. Las alternancias armoniosas entre la parte instrumental y la vocal coronan la excelencia. ¡Gran Camilo! ¡Gran Banda! ¡Gran Maestro!
Se sigue "El Rey". Que no es de su autoría pero que, con certeza es entendida por mucha gente como lo que se le atiene intrínsecamente. Todos tenemos una certeza: seguirá siendo el Rey. Si su decisión es no volver a los escenarios, seguirá siendo el Rey. Su obra está ahí; es inmortal. Camilo nunca olvidará a su público porque lo ama, lo respeta como pocos o ningunos artistas lo hicieron. Su público lo idolatra. Sus fans son innumerables en todo el mundo.
Y para mí, en una pequeña esperanza de que tal vez la puerta no se encierra definitivamente vuelve a "Algo de mí". ¿O es el eterno retorno? Camilo es suficientemente culto, inteligente y enigmático para dejar la interrogación en el aire.
Se despide con su fuerza, su carisma, su ángel. Se va del escenario en una noche de pura magia. El adjetivo de otro modo es correr el riesgo de estropear el intocable.
La Banda continúa y también se despide.
El público grita por Camilo pero él cumplió su parte y está ya muy lejos.
Hasta Nueva York.
Salió en grande. Más que nunca en los últimos años. Si decide no volver la cortina se encerró en un momento tan alto que sólo agudizará la nostalgia y el vacío que dejará.
Que se haga tu voluntad.
También aquí eres nuestro Maestro.

Sobre el Atlántico, 6 de junio de 2017



Adoro-te!


Com quem falaria???


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